Representación del tiempo en los niños

El tiempo es un marco, este marco está definido entre otros por las fases de desarrollo fisiológico, crecimiento, etc. Pero también las fases del desarrollo psíquico. El niño primero se da cuenta de ello a través de la mirada del adulto y de la sociedad.
Cómo es el niño en el tiempo:
Según Piaget, antes de los 5 años, los niños conciben intuitivamente el tiempo, es decir, secuencias de momentos inmediatos. Su tiempo se centra en la actividad, una actividad sigue a otra. No sabe que el tiempo pasa. Con la etapa sensoriomotora, el niño establece relaciones con el mundo exterior, es un proceso de relación entre el niño y el mundo.
Primero se vive el tiempo, se vive por el cuerpo, junto con la experiencia del espacio, el niño adquiere una experiencia del tiempo. El niño está centrado en el ego, su tiempo es relativo a él, centrado en su propio tiempo. Los rituales, las costumbres permiten que el niño experimente el tiempo.
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Luego viene el momento percibido, y aquí la experimentación es fundamental. El niño puede entender el tiempo como una línea a lo largo de la cual ocurren los eventos. El uso de una línea de tiempo cronológica en la que se organizan los diversos elementos fijos del día permite al niño comprender el tiempo proyectado.
Entonces concibe el tiempo, el niño estructura el tiempo, comprende que tiene un pasado, que vive el presente y construye su futuro.
Acompañar al niño en la adquisición de tiempo:
El niño no representa el tiempo, para permitirle atraparlo, se le debe permitir experimentar y desarrollarse. Las diferentes etapas del desarrollo del niño son interdependientes, las adquisiciones son progresivas y fluyen unas de otras. Lo mismo ocurre con el tiempo.
A menudo hablamos de la importancia de los rituales en la primera infancia, sus rituales pueden calmar al niño pero también proporcionan un marco en el que puede encajar el tiempo. Los hábitos dan ritmo a la vida del niño, le permiten estructurarse y comprender las cosas y el tiempo. Cuantos más hábitos y rituales implementes, más podrá el niño definir su propia representación mental de su tiempo.
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El niño tiene estos hábitos de vida en el hogar y en el hogar. Asegúrese de mantener la continuidad en momentos clave como la hora de comer y la hora de acostarse.
En la vida cotidiana, puedes colocar un friso con los momentos clave del día, con un hombrecito moviéndose sobre el friso. Un calendario meteorológico con el clima, la temporada y más.
Cuente el tiempo entre un evento de "sueño", X "sueños" más antes de Navidad, etc.
conclusión:
El niño vive su vida a su propio ritmo, la noción del tiempo se le escapa. Para él, sólo existe el momento presente. Depende del adulto tener que adaptarse para mantenerse al día con el niño y sus compras. Esto nos permite como adultos relativizar nuestra propia relación con el tiempo y la importancia del momento presente.
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Enseñemos al niño el concepto del tiempo sin imponerle un ritmo tan diferente al suyo.
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